Cirugía en la anquiloglosia y lactancia
La cirugía en la anquiloglosia y lactancia puede ser urgente, inmediata o programada
Los cirujanos clasifican las intervenciones quirúrgicas en función de la rapidez en la que se ha de hacer la intervención:
La “Cirugía urgente” requiere una actuación quirúrgica sin demora. Este es el caso de malformaciones graves del recién nacido, obstrucciones, apendicitis, invaginación intestinal y otras.
La “Cirugía inmediata” es diferida, bien para mejorar las condiciones basales del paciente, o bien porque precisa un estudio diagnóstico pre operatorio más profundo.
La “Cirugía programada”. Es aquella que permite la adecuación en el tiempo y el estado del paciente
En la anquiloglosia la rapidez de la intervención va a venir determinada por la situación física del bebé.
¿Como ha de ser?
Por lo general no suele ser urgente realizar la frenectomía. Si hay una dificultad importante en la alimentación al pecho, administramos leche materna en diferido o leche artificial. El bebé no debe pasar hambre. No es una urgencia vital.
La cirugía de la anquiloglosia será diferida hasta que las condiciones del bebé sean las idóneas. Así si un recién nacido ha perdido peso hasta el 10% por su anquiloglosia, recuperaremos el peso antes de la intervención. Aunque al realizar la frenectomía mejore la extracción de leche esperaremos para no añadir estrés a la situación.
Programación
La haremos con el tiempo necesario para evaluar cuidadosamente los riesgos y beneficios del procedimiento e identificar qué es lo más adecuado.
La madre con dolor en los pezones, agrietados y con sangre que inicia una mastitis querrá un tratamiento con urgencia. Si su bebé engorda y solo hay una ligera molestia tolerable en el pezón es menos urgente.
Por lo general en las consultas de lactancia materna se plantea la intervención de forma programada. Cuando el/la asesor/a de lactancia (pediatra, enfermera, matrona, asesora, ILCBC, madre experta o doula) ha identificado y diagnosticado el tipo. Los padres habran podido contrastar los riesgos y los beneficios de la intervención buscando cual es el procedimiento más adecuado.
¿Cuando hacerla pues?
Algunos piensan que la cirugía en la anquiloglosia y lactancia debería de hacerse ya en la sala de partos cuando se explora al recién nacido si existe esta situación. La AEP dice que se realice una vez se haga al diagnóstico. La Sociedad de Cirugía Pediátrica lo plantea en el calendario de menores de un mes.
Posteriormente si el bebé mama y va engordando adecuadamente quizás será la situación de la madre la que determine la urgencia de hacerla.Algunos lactantes con anquiloglosia no van a tener problemas o les puede ocurrir que hacia el tercer mes de vida se produzca un estancamiento ponderal. Expertos americanos opinan que en cuanto aparece la primera mastitis no hay que demorar la intervención.
Viendo los beneficios que aporta en las madres lactantes de disminución del dolor, de la mejora en la succión y engorde y con las pocas complicaciones que comporta creo que la intervención de la anquiloglosia debería hacerse inmediata, programando todos los aspectos (para poder organizar bien los controles, las actividades y los ejercicios) y, sin urgencia una vez hecho el diagnóstico adecuado.