Los bebés frenectomizados toman pecho a los 3,5 meses en un mayor porcentaje que aquellos no intervenidos
Los bebés frenectomizados toman pecho a los 3,5 meses en un mayor porcentaje que aquellos no intervenidos
La segunda frenectomía es necesaria para el tratamiento de la anquiloglosia en algunas ocasiones.
Es una situación que está ocurriendo con más frecuencia desde que se practican frenectomías en los recién nacidos que lo necesitan.
Cuando hay anquiloglosia la frenectomía es una técnica segura, eficaz y resolutiva del problema. Desde siempre se habían practicado las frenectomías ante las dificultades de alimentación. Se dejaron de practicar con el auge de la alimentación con biberón. Desde que las madres vuelven a la lactancia materna ha resurgido la práctica.
La segunda frenectomía es necesaria en el frenillo sublingual cuando tras la intervención inicial no hay una mejoría suficiente.
El bebé no succiona adecuadamente y la madre sigue con dificultades con la lactancia en ocasiones similares a las que originaron la primera intervención. A pesar del tratamiento quirúrgico y la rehabilitación de la lengua no han llevado al logro de una lactancia adecuada. Pasa tanto en lactancia materna como en lactancia artificial persistiendo los síntomas que llevaron a operarse.
Las situaciones por las que se necesita una reintervención son diversas:
La proporción de segundas intervenciones cuando empecé a cortar frenillos era muy alta. No hacíamos ejercicios de rehabilitación y quizás también nos limitábamos a cortar la porción mucosa del frenillo.
Con los ejercicios de rehabilitación bajó la frecuencia de reintervenciones a un 5%. Esta ha sido la norma en los últimos años hasta que han empezado a acudir a la consulta niños que ya habían sido intervenidos fuera del centro y que seguían con dificultades con la lactancia. En el gráfico se puede ver el total de intervenciones registradas y la frecuencia de segunda intervención en cada año. Antes de realizar la segunda intervención se aplicó test morfológico de Hazelbaker que fue positivo.
Desde el 2018 el número de visitas con segunda intervención ha subido mientras que se mantienen el número de intervenciones. EL 2020 éstas bajaron por la pandemia y un incremento de profesionales que realizan la frenectomía en hospitales y centros de salud. Desde ese momento el número de segundas intervenciones ha sido de un 18%
Cuando no se realiza la frenectomía completa y no se hacen los ejercicios de rehabilitación la segundas frenectomía es necesaria y su frecuencia aumenta en la población.
Traducido con permiso
BARCELONA. La primera vez que me puse a mi hija en el pecho noté que algo no funcionaba. No succionaba cómo recordaba que lo hacían sus hermanos, que se engancharon en el pecho sin problemas. Avisé a las enfermeras. “Tiene la boca pequeña, ¡ve abriéndosela!”. Con esta frase despacharon mi inquietud y 24 horas después de haber parido por cesárea urgente y con la lactancia lejos de estar establecida me enviaron a casa. En pleno confinamiento y con el COVID campando por los hospitales, había prisa por dar altas. En casa, la situación no hizo más que empeorar. ¿Este dolor es normal? Notaba cómo me clavaba las encías y más que succionar, parecía morder el pecho. Me sorprendí a mí misma presionando los dientes y encogiendo la espalda cada vez que me acercaba la niña al pezón. En pocos días, ya habían aparecido las temidas grietas. Evidentemente, ésta no era la lactancia que yo recordaba.
Con los grupos de lactancia cerrados por el COVID, sin tribu y sin apoyo presencial, contacté virtualmente con una consultora de lactancia que por videoconferencia –aún no visitaban a domicilio– y después de enviarle vídeos de la boca del bebé detectó un frenillo lingual submucoso que dificultaba la lactancia y me aconsejó utilizar pezoneras mientras se curaban las heridas. Confinada en casa no sabía por dónde continuar. ¿A dónde iba para que se lo cortaran? En un control rutinario en el CAP, el único acceso con el mundo exterior aquellos días, le comenté la situación al pediatra, que determinó, a distancia y sin palpar la lengua, que la niña no tenía frenillo lingual y que no hacia falta derivarme a ningún otro lugar. “Pero me duele mucho cuando mamá, no sé cuánto tiempo más podré continuar”. Y él respondió: “Si tienes suerte, en tres meses le habrá crecido la boca y si no, pues le das biberón”. Salí de la consulta llorando de rabia. Tres meses me parecían una eternidad. Por detrás, una enfermera me susurró: “Ya te lo decía que diría que no. No se lo cree mucho esto del frenillo”. Me sentí abandonada a mi suerte.
El frenillo lingual, es una membrana que se encuentra bajo la lengua y que la conecta con la base de la boca. La mayoría de la población tenemos frenillo, pero algunos impiden o limitan la correcta movilización de la lengua y es cuando se dice que el frenillo de la lengua está anquilosado o que provoca anquiloglosia. Cuando el frenillo interfiere en la lactancia, el dolor es la señal más habitual –aunque no siempre lo provoca–. “La lengua es el motor de la lactancia y un órgano clave en el proceso de extracción de la leche y cuando la lengua no es funcional, la criatura busca maneras de conseguir la leche haciendo fuerza con la encía, con la musculatura y aumentando la presión de succión”, explica Alba Padró, experta en lactancia IBCLC y cofundadora de LactApp, la aplicación sobre lactancia y maternidad. También puede causar grietas, mastitis de repetición y obstrucciones del pecho –ya que el bebé no lo vacía correctamente– y es causa de abandono prematuro de la lactancia.
Los siguientes meses les pasé trampeando el dolor y las heridas con pezoneras, cambios de postura y visitas a fisioterapeutas, osteópatas y consultoras de lactancia, cuando ya era posible. La niña se pasaba todo el día enganchada en el pecho y nunca lo soltaba por iniciativa propia. Pero me fijé en que, a diferencia de sus hermanos, podía estirar la misma talla de ropa durante semanas. En otro control en el CAP saltaron las alarmas: en dos meses no había ganado ni un gramo. Se activó la maquinaria para hacerla engordar: extracción de leche materna, suplementos con jeringa, con biberón y sacaleches para sobreestimular la producción. Todo eran parches. A nadie se le ocurrió preguntar por el origen del estancamiento de peso.
Otras señales que pueden indicar la presencia de un frenillo anquilosado son que el bebé sea muy insistente en las tomas y no se acabe de saciar nunca. “No hace una succión efectiva porque la anquiloglosia le impide extraer bien la leche y no gana el peso que le tocaría”, explica Sandra Prieto, enfermera especialista en pediatría del Hospital del Mar y consultora IBCLC de lactancia. Pero el frenillo también influye en otras muchas funcionalidades del sistema orofacial y la anquiloglosia está relacionada con dificultades para pronunciar algunos sonidos, respiración oral, apneas del sueño, problemas de deglución, otitis de repetición o alteraciones dentales y hay estudios que también lo vinculan a la escoliosis. Luis Ruiz, pediatra experto en lactancia materna y anquiloglosia de Gavà Salut Familiar, explica que en un estudio conjunto que se hizo con el Hospital del Mar, se detectó que un 32% de los niños nacen con un frenillo de la lengua limitante. “No todo es el frenillo, pero debe tenerse en cuenta porque es el causante de mucha patología”, dice.
Hay profesionales que consideran que el diagnóstico del frenillo anquilosado “es una moda”. Alba Padró explica que lo ocurrido es que ahora “se ha recuperado la información del frenillo lingual y la cultura de dar importancia a la estructura orofacial de las criaturas en relación a la lactancia”. También se ha incrementado notablemente el número de estudios y publicaciones al respecto. En los últimos años, el frenillo de la lengua ha vivido “una explosión”. “Pero no es que haya más frenillos que antes, sino que ahora los buscas y antes no se detectaban”, opina Silvia Maya, pediatra y jefe de neonatología del Hospital del Mar. En el Hospital del Mar cuando nace un bebé se realiza una exploración para valorar si el niño tiene un frenillo anquilosado y se valoran las tomas en el pecho una vez por turno. “No todo es visual, también depende de lo que sienta la madre. Porque desde fuera el bebé puede tener un agarre correcto pero la madre notar mucho dolor”, dice Sandra Prieto. En caso necesario, se ofrece una frenectomía. “Cortamos muchos frenillos durante las 24 o 48 horas de vida, pero cuando los padres no quieren o nos parece que modificando la postura pueden mejorar, damos un margen”, explica Maya. La alternativa es intentar ablandar este frenillo anquilosado con ejercicios y fisioterapia, pero “es un proceso largo y en ocasiones no se consigue”, dice Prieto. También tienen una comisión de lactancia que se reúne con enfermeras y pediatras de la zona para valorar los casos de anquiloglosia que lleguen a través de la primaria.
Hay 4 tipos de frenillos. Los tipos 1 y 2 son los llamados frenillos anteriores –son los que tienen una fina membrana transparente que prácticamente llega a la punta de la lengua– mientras que los tipos 3 y 4 son los posteriores, “los grandes desconocidos”. “Estos son los submucosos, son gruesos y si no levantas la lengua y los vas a buscar, no los ves. En cambio, los 1 y 2 los ves aunque no quieras”, destaca Slivia Maya, quien considera que para valorar un frenillo, también es necesario “palpar”. “Muchas veces no ves nada, pero pasas el dedo por debajo de la lengua y notas un tejido que está dividiendo la lengua en dos partes”.
No siempre un frenillo anquilosado provoca problemas de lactancia. “Porque mamar es cosa de dos y a veces se puede dar un buen agarre y tanto puede ser que no aparezcan problemas como que aparezcan más tarde”, explica Padró, que recuerda que hace años las comadronas se dejaban una uña más larga para cortar el frenillo “pero todo esto se perdió en los años 70 y 80, con la lactancia artificial”. “Y entonces, cuando una madre tenía problemas con el pecho lo que se le decía es que lo dejara”.
Ante un frenillo de la lengua anquilosado se pueden hacer varias cosas: realizar ejercicios para favorecer la movilidad, hacer fisioterapia específica de lactancia, cambios de postura que favorezcan un agarre profundo o hacer una frenectomía, es decir, cortarlo. Sin embargo, muchos progenitores son reacios porque les da reparo hacer una intervención, por sencilla que sea, a un bebé de pocos días o semanas. “Cuando no tienes suficiente información lo único que ves es el dolor que puede sufrir el bebé, pero no ves lo que hay alrededor. Realizar la frenectomía es bueno para la madre porque alivia el dolor, pero también para el bebé, que podrá mamar bien, puesto que si no está haciendo la succión correcta tampoco lo está pasando bien”, explica Prieto.
La frenectomía es una intervención sencilla que en los primeros seis meses de vida puede realizarse sin anestesia y sin necesidad de entrar en quirófano. En el Hospital del Mar envuelven al bebé en una toalla “porque la contención les deja más tranquilos”, le dan sacarosa para calmar el dolor y aceite esencial de lavanda, que tiene propiedades calmantes y antiestrés, para oler.
Desoyendo lo que me dictaba el instinto, fui retrasando la frenectomía. No conocía a nadie que lo hubiera hecho y en mi entorno más inmediato nadie creía que fuera necesario: “¿Ahora le harás pasar ese mal rato?” Como si querer dar el pecho sin dolor fuese egoísta. Cuando las restricciones se relajaron y volvimos a socializar, empezaron a salir de debajo de las piedras casos cercanos de problemas con el frenillo de la lengua. Los grupos de crianza o las redes de apoyo también son necesarios para poder compartir información. Cuando logramos que le cortaran el frenillo de la lengua, ahora ya por la vía privada, tenía ya casi cinco meses y la succión no mejoró mucho. A los seis meses me seguía provocando heridas como el primer día. “Tenemos poca evidencia, pero sabemos por experiencia que es interesante cortar el frenillo antes de los tres meses porque entonces cambia la forma de mamar, se vuelve automatizada, y es difícil que reaprendan a succionar de forma correcta”, explica Alba Padró. Si bien, añade, a veces la solución es cortar, existen ocasiones, sobre todo en los tipos de frenillo 3 y 4, que a pesar de cortar no mejora. “E intentamos avisar”, dice. Según Luis Ruiz, cuanto antes se corte mejor, pero también recuerda que los beneficios de cortar un frenillo limitante van más allá de la lactancia.
Desde el Hospital del Mar explican que, por lo general, la succión mejora después de cortar el frenillo o va mejorando a medida que pasan las semanas. Pero recuerdan que se deben hacer ejercicios de rehabilitación para que “la lengua reaprenda a moverse correctamente y para evitar que al cicatrizar se vuelva a enganchar por el mismo sitio”. Habitualmente, los bebés reaprenden a succionar, pero a veces a los padres “les da miedo hacer los ejercicios, no encuentran el momento, les duele incomodar al bebé o no ven la importancia”, dicen las profesionales del Hospital del Mar.
Me ha costado meses perdonarme. ¿Por qué no insistí más al pediatra de turno? ¿Por qué no hice caso de mi instinto? ¿Por qué yo, que ya había tenido dos hijos y había hecho tantos temas de salud, no sabía nada del frenillo? “El problema es que el frenillo de la lengua afecta a muchas especialidades médicas: especialistas en lactancia, pediatras, otorrinos, fisioterapeutas de la boca, osteópatas… Hay una cantidad tan grande de profesionales que intervienen en la boca en relación con la anquiloglosia y no existe un diagnóstico común ni una valoración conjunta”, opina Luis Ruiz, quien es también cofundador de FRELAC, unidad especializada en anquiloglosia y lactancia del Hospital El Pilar. “Y hay poca información adecuada”, añade.
Silvia Maya apunta, además, que las mujeres tenemos muy interiorizado que dar el pecho duele, cuando no tiene que hacerlo. “Y si no lo preguntas específicamente la mujer quizás no se queja porque ya tiene asumido que debe hacer daño”. Y Sandra Prieto recuerda que muchas mujeres no hemos visto dar el pecho hasta que tuvimos el primer hijo. “La succión del bebé es intuitiva, pero el acto de amamantar es cultural y si tú no ves cómo se hace no lo puedes aprender”. Considera que los profesionales sanitarios deberían estar más formados en lactancia “para poder diagnosticar los distintos tipos de frenillos”. “Cuando estudié medicina nunca me hablaron de lactancia”, recuerda Maya. “Y entre los pediatras hay de todo. Los que se formaron durante el boom de la lactancia artificial son los que dicen: «Si no le das el pecho le das biberón y no pasa nada». Y sí, no pasa nada, pero si es lo que la madre quiere, no puede que la madre esté frustrada porque quería dar el pecho y no ha podido cuando la mayoría de veces si no ha podido es por un tema que era solucionable”, argumenta la pediatra Silvia Maya.
“La lactancia con dolor no tiene sentido, cada toma es una tortura, pero cuesta mucho decidir dejarlo si la idea que tenías en mente es hacer lactancia materna”, reconoce Alba Padró, quien propone un protocolo de valoración de frenillo de la lengua al nacer. “Del mismo modo que se mira las hipoacusias o se hace la prueba del talón”, dice. Ella y Ruiz recuerdan que esto ya se hace por ley en países como Brasil. “Y también reivindicamos hacer caso a las madres; que se las tomen en serio es esencial”, opina Padró. “No me explico –añade Ruiz– como algo tan simple que se puede hacer en atención primaria estemos dando tantas vueltas. Pero cambiar las cosas como se han hecho siempre, cuesta mucho”.
A los seis meses, entre sangre, lágrimas y mal humor, dejé de amamantar. Tengo un recuerdo agridulce. Tenemos otras muchas cosas y un vínculo a prueba de frenillos, pero tanto la lactancia, como el parto, siento que me la robó el COVID y la falta de información.
Pueden ver el documento original en Catalan clicando aqui
La mejora del habla tras la frenectomía en niños grandes cuando existe anquiloglosia es una de las indicaciones importantes de esta cirugía.
En algunos casos de anquiloglosia muy evidente, los logopedas sugieren y animan a que se realice frenectomía liberadora no siendo en ocasiones atendidos. Esto se debe a que no hay criterios adecuados de definición de la anquloglosia y cuando es necesario intervenirla. El diagnostico en bebés es diferente a los mas grandes y adultos. El uso de herramientas diagnósticas logopédicas como el test de Irene Marchesan permiten identificar el frenillo lingual que precisa cirugía.
Antes y después de la intervención se deberán hacer ejercicios para rehabilitar la lengua y adaptarse pronunciar los fonemas que estaban alterados.
Las actividades realizadas por los logopedas para mejorar la posición de la lengua en ocasiones logran el estiramiento del frenillo. Es el caso de la terapia Miofuncional. Los pacientes pueden adaptarse al uso de la lengua y esto les permite comunicar eficazmente.
Los ejercicios no se pueden realizar si existe una fijación importante de la lengua al suelo de la boca. Cuando se interviene el frenillo la lengua, esta puede desplazarse hasta el paladar. Esto provoca la mejor pronunciación de los fonemas.
En el caso de María bien controlada en el Centro de salud no se había pensado esta posibilidad.
Al proponer el pediatra la frenectomía por las dificultades que planteaba la madre se sorprendió de que no le hubieran mencionado anteriormente la existencia de frenillo que tenía su hija.
La mejora del habla tras la frenectomía se puede comprobar en las imagenes. La pronunciación de una frase conocida y usada con abundantes rr cambia aun sin haber curado del todo. Tras una semana de haber realizado la cirugía con la movilidad de la lengua mucho mayor y la presencia del rombo en cicatrización en la base de la lengua motivan a realizar este tipo de intervención.
En el caso de María de 5 años, no fue necesaria rehabilitación logopédica posterior como puede verse en las imágenes. La visita al logopeda que si es necesaria que se realice en niños con intervención más tardía o en adultos.
La mejora del habla tras la frenectomía en niños grandes precisa de valoración logopedica y si es necesaria, la intervención del frenillo sublingual es importante.
Un día en la consulta de lactancia y frenillos, es la forma habitual de ver las dificultades en la lactancia y como la anquiloglosia afecta a poder amamantar con éxito.
La lactancia es un proceso con múltiples variables para lograr amamantar. En algún foro he hablado de las hojas de alcachofa y amamantar y la anquiloglosia seria una hoja mas.
Presento unos cuantos casos de un día en la consulta de lactancia y frenillos con las dificultades presentadas y las diferentes soluciones:
APM. Bebé de 34 días de vida remitido por asesora de lactancia de hospital de tercer nivel. Parto inducido, vaginal, con 3890 peso al nacimiento. Remitido por mastitis subclínica para descartar anquiloglosia. Exploración: Agarre al pecho mejorable. Frenillo lingual tipo 3 con valor del test de Hazelbaker de 6 (1,0,2,2,1). Se realiza frenectomía sin complicaciones con gran mejoría en la sensación materna.
RGA. Lactante de 47 días de vida. Gestación controlada. Tercer hijo. Parto vaginal de nalgas. Peso al nacer 2474. Intervenido en Hospital de nacimiento de frenillo lingual corto. Revisado por experto en frenectomías a los 3 días de la intervención. Remitido por asesora de lactancia por sospecha de persistencia de anquiloglosia. Exploración: Se aprecia cicatriz sublingual del frenillo persistiendo porción mandibular limitante. Hazelbaker de 5 (2,0,0,2,1). Tras frenectomía sin complicaciones la madre refiere no sentir nada al mamar.
JCM. Lactante de 5 meses y medio. Acuden para valoración de Anquiloglosia. Había sido intervenido en Hospital Universitario al mes de vida. No hicieron ejercicios de rehabilitación por indicación del cirujano. Exploración: Se aprecia frenillo lingual tipo 3, con Hazelbaker de 5 (1,0,0,2,2). se realiza intervención en la que se cortan abundantes fibras en la región cicatricial. Liberación de la lengua sin complicaciones. La madre comenta cambio en la succión.
CFR. Lactante de 1,5 meses de edad par valorar dificultades con la lactancia. Frenectomizada a los dos días de vida. Posición de agarre buena. Exploración: Persistencia de FL posterior con Hazelbaker de 6 (2,0,0,2,2).Se realiza frenectomía sin complicaciones.
JRB Lactante de 5,7 meses que acuden a valorar la anquiloglosia. Hermano mayor intervenido a lo 2 meses de edad por problemas de lactancia. La bebé no ha tenido problemas de peso ni ha generado dolor en la madre, pero presenta galactorrea contralateral, pezón enrojecido y chasquidos al mamar. La madre acude a la consulta porque aunque le han dicho diversos sanitarios que no tiene frenillo. A ella esto no le parece normal. Exploración: Se aprecia frenillo lingual posterior con Hazelbaker de 6 (2,0,0,2,2). Con la frenectomía desaparecen los chasquidos y la galactorrea. El pezón torna a la coloración de la areola.
BCM Lactante de 2,5 meses. Remitidos por matrona del Centro de salud para valorar anquiloglosia. Se aprecia posición de agarre mejorable que se corrige mejorando la sensación de molestia en el pecho. Se aprecia frenillo lingual tipo 3 con Hazelbaker de 6 (1,0,2,2,1). Con la mejora en la posición se propone ver evolución por si se realiza frenectomía.
LGM. Lactante de 2,5 meses de edad con frenectomía realizada hace 17dias que acuden a control. Se aprecia queloide cicatricial. Se indican seguir ejercicios de rehabilitación y aplicar procaína tópica como fibrinolítico.
Estos casos se han seguido en la consulta de lactancia. En todos ellos hay algunos denominadores comunes: posición mejorable al pecho, dificultad con la lactancia, dolor, mastitis y anquiloglosia por frenillo visible. La presencia de queloide en algunos casos actúa como limitante de la movilidad de la lengua.
Para la realización del diagnóstico se utilizan las herramientas explicadas en otras partes de la web. La frenectomía de todos los tipos se realiza en consulta con anestesia tópica con lidocaína como pude verse en imágenes. Los queloides se tratan haciendo los ejercicios de rehabilitación con una solución de procaína tópica que actúa como fibrinolítico. Esta solución también se puede aplicar a las cicatrices muy duras
Como podemos ver en las diferentes historias asistidas en los problemas de lactancia hay muchas causas y condiciones. ¡¡NO TODO ES FRENILLO!!, pero sin lugar a dudas la anquiloglosia por frenillo sublingual corto es realmente importante y el manejo adecuado de la situación es necesario para conseguir lactancia materna.
XI Congreso de Lactancia Materna IHAN celebrado del 30-3 al 2-4 del 2022 en Pamplona en el que han asistido 585 participantes, 505 presenciales y 80 on line. Se ha desarrollado con gran rigor científico y un importante trabajo en la difusión de la ciencia sobre la lactancia materna.
Entre las actividades del Congreso de Lactancia Materna, la Anquiloglosia ha tenido un papel relevante. Se ha realizado un taller sobre anquiloglosia en el que han participado 120 de los asistentes al congreso (23,7%). Fue tanta la demanda que se tuvo que ampliar las plazas y aún así otros asistentes comentaron que no habían conseguido plaza.
El taller de 2 horas sirvió para compartir y discutir aspectos de la lactancia y de la vida del posterior del bebé relacionados con la presencia de anquiloglosia.
En la encuesta previa al taller pudimos ver algunas características de los asistentes
Importante un 21% eran pediatras. El más numeroso ha sido el de Matronas y Enfermeras.
Esta es una imagen del segundo grupo de taller.
Las opiniones sobre la anquiloglosia tenían muchos aspectos con posibilidades de mejora y deseo que tras la asistencia al taller se hayan producido cambios para mejorar. He recibido algunos comentarios post taller que así lo reflejan. Cuando tengamos todos los resultados los haremos saber.
Cometarios al taller de 24 de los que respondieron a la encuesta post:
Los objetivos y el programa que hemos tenido en las dos horas ha sido el siguiente:
Tras dos horas de charla creo que los objetivos se han logrado.
Como en una de las diapositivas del taller se comenta, hay que trabajar de una forma multidisciplinar en el diagnóstico y tratamiento de la anquiloglosia.
También en el congreso se han presentado diversos posters 123 y presentaciones sobre anquiloglosia. Dos presentaciones en anquiloglosia y 15 Posters. Los poters los podéis ver en la conexión Posters Congreso IHAN
El número de posters sobre anquiloglosia que se han presentado ha sido un 12,2 % del total y uno de ellos ha recibido el premio al mejor poster.
Estoy muy contento de haber podido compartir con todos los asistentes los aspectos de la anquiloglosia y la lactancia materna que generan dificultades en el logro de una lactancia exitosa y mejoras en la salud de las niñas y niños solucionando la anquiloglosia que puedan padecer.
Es posible que la acción social de demanda y la difusión del tema sean lo que genere que en un futuro cuando se hable de anquiloglosia no se diga que es una “moda” y que los profesionales sanitarios estemos todos preparados para poder hacer un diagnostico adecuado y en su caso una derivación y/o un correcto tratamiento.
Si estáis interesad@s en la formación en anquiloglosia aparte del material que podéis encontrar en la web, os ofrecemos:
La presencia de anquiloglosia y deshidratación del neonato es una asociación frecuente.
En el articulo Deshidratación hipernatrémica y anquiloglosia se publican dos casos de deshidratación grave de recién nacidos por falta de agua y alimentación escasa.
La presencia de anquiloglosia hace que el bebé no pueda mamar o que lo haga con dificultad con lo que desde muy pronto hay un estancamiento del peso
Cuando a la madre que intenta l. lactancia y no lo logra en un principio puede llegar a conseguir relactar con éxito. Se necesita el apoyo y la información adecuada. También si al bebé que lo necesita se le realiza frenectomía
En el articulo publicado en Pediatría Catalana se puede apreciar la relactación completa del bebé frenectomizado y el logro de una lactancia satisfactoria pero no completa en el bebé que por ignorancia en su momento no se le identifico la anquiloglosia
Articulo completo: INGLES, CATALAN, ESPAÑOL
La anquiloglosia a los 4 años es un proceso bastante frecuente y que puede pasar desapercibido por no identificar los síntomas que provoca o atribuirlos a otras razones.
Caso de niño de 4 años que acude por primera vez a revisión en un centro de salud por ser recién trasladados en la zona.
La historia clínica del niño esta accesible desde todos los centros del país mediante la informatización en el Sistema Nacional de Salud.
Se trata de un niño con adecuado desarrollo pondo-estatural, hábitos higiénicos y dietéticos adecuados y vacunaciones siguiendo el calendario vacunal de las autoridades de Salud Pública del área. Tomó lactancia materna 36 meses refiriendo muy dificultoso el inicio con dolores. Tuvo galactorrea contralateral durante mucho tiempo. Hicieron frenetomía a los dos días de vida en el hospital donde nació por anquiloglosia sin el diagnóstico del tipo.
La primera condición que pone la madre al entrar en la consulta es la preocupación desde el colegio por la dificultad que tiene en el habla y la pronunciación de algunos fonemas. Sugieren a la madre que el pediatra derive al niño al servicio de logopedia.
En la revisión médica no se identifican rasgos patológicos en la salud del niño, si bien se aprecian signos claros de alteraciones relacionadas con su trastorno del habla que en el colegio hacían referencia.
Se aprecian unos signos:
Hundimiento del centro lengua
Retrognatia
Paladar ojival
Boca torcida, lengua hundida y muesca punta
Movimientos anómalos lengua, dientes
Frenillo limitante corto, asimetría facial
Frenillo tipo 2 corto, rotación dental, lengua fijada
Se realiza el test de Irene Marchesan para evaluación de la anquiloglosia y nos da un valor de 7. No se pudo evaluar uno de los puntos con el pie de rey por la edad del niño. Con 3 o más indica anquiloglosia por frenillo anómalo. Si evaluamos los fonemas de este test vemos que la k, g y rr son muy deficitarias f,l y d son moderadamente dificultosas. Ante la presencia de dos consonantes gr,pr,tr y dr son muy deficitarias y fl,gl y br las dice con moderada dificultad.
La anquiloglosia a los 4 años en los niños mayores y en adultos es tan frecuente como en los recién nacidos.
Ante el aumento observado de la anquiloglosia en Recien Nacidos se están realizando frenectomías en muchos centros que en ocasiones requieren la intervención posterior. En Gavà Salut Familiar estamos viendo un aumento de las segundas intervenciones hasta llegar casi al 20% de todas las que hacemos. Se trata de intervenciones realizadas en otros centros y en nuestra casuística del centro solo una de cada 15 intervenciones requiere reintervención.
La falta de ejercicios de rehabilitación, el corte insuficiente o la no eliminación del frenillo posterior existente en todos los anteriores, puede ser el causante de la alta incidencia de la segunda intervención.
La frenectomía se ha de hacer lo más rápida posible tras el diagnóstico adecuado y cuando las condiciones del bebé sean las idoneas
Los comentarios sobre hacer la frenectomía de una madre experta pueden ayudarnos a decidir si realizamos la intervención o no.
Cuando se diagnostica una anquiloglosia son muchas las opiniones que escuchamos sobre si hay que intervenir o no. En otros puntos de la web hablamos de cuando hay que hacer la intervención.
Las razones para posponer son múltiples. Carmen una madre sanitaria muy experta en anquiloglosia nos explica su experiencia como madre no como sanitaria. Los comentarios sobre hacer la frenectomía de una madre experta como ella no son diferentes de los de otras madres que acuden a nuestras consultas. Creo que es muy útil lo que nos dice y permitirá a que nos decidamos a intervenir o no la anquiloglosia con argumentos relacionados con la lactancia materna.
Si el/la lactante hablará mal o tendrán otros problemas de mayores no nos indican la intervención ya que no tenemos datos científicos suficientes de seguimiento. Mi opinión personal es que si, pero es una opinión. Yo siempre digo a los padres en la consulta que en referencia a intervenir al bebé o no y las posibles consecuencias que tendrá el no hacerlo cuando sean mayores que son opiniones y habrá que investigar adecuadamente el tema para tener conclusiones mas categóricas.
Reitero mi opinión sobre los comentarios de hacer la frenectomía de una madre experta la Dra Carmen Vega a quien agradezco su autorización para poner sus reflexiones en esta pagina web
“Ayer nos dimos un paseito hasta Jerez, para intervenir a Maya de su frenillo lingual corto, con la maravillosa Chiqui de Cos.